EL OCASO DE LOS FERROVIARIOS
EN LA ESTACIÓN DE DEBA
La fotografía, de autor desconocido y probablemente realizada
en 1959 es todo un documento sociológico pues su trasfondo dice mucho más que
la propia imagen. Corresponde a una comida en el restaurante Iriondo de los
empleados de la estación del ferrocarril de Deba, por entonces pertenecientes a
la empresa Ferrocarriles Vascongados S.A.
Vemos que son veintitrés los alegres comensales, todos
ellos empleados ferroviarios. La plantilla debarra estaba compuesta por el jefe
de Estación, jefes de tren, interventores, expendedores, factores, guardagujas, guardafrenos,
enganchadores, empleados para el mantenimiento de las vías, calzadores, vigilantes, mozos de
equipajes, guardabarreras …
Entre los miembros
del grupo podemos reconocer a Rafael Pastor, Federico Varela, Enrique Sainz, Fidel
Carrillo, Manuel Salegui, Benjamín Lazpita, Joaquín Escudero, León Azpiazu, Greño, Martín
Beristain, Pedro Ruiz, Manuel “Gaspar”, Félix Narro, el maletero “Saka”…
De las mujeres que aparecen en la foto, empleadas del restaurante, tan solo hemos podido identificar a dos de ellas: a Mari Kontxi Indamendi en el centro de la imagen, y a Ángela de la Peña junto a su cuñado Fidel Carrillo.
Además de quienes aparecen en la fotografía, aún quedan en nuestra memoria otros debarras que durante años fueron empleados de la estación de Deba: los Jefes de tren Daniel Muniozguren y Juan Zalla, el interventor Paco Uribeondo "Txato", los expendedores Jose Mari Etxabe y Rafel Rodriguez, los mozos de estación Irigoyen "Polete", el mutrikuarra Lema, Periko Iriondo y Dativo Pérez; los calzadores Egaña "Txapasta", Ignacio Zubiaurre y Blas, así como el guarda Alberto Gorritiberea.
Respecto a este último, decir que solía ir armado con una carabina (fusil de cañón corto) y realizaba su guardia de noche, vigilando que ningún amigo de lo ajeno se apropiase de las mercancías cargadas en los vagones. Hace ya muchos años que no se ve ningún tren de mercancías estacionado en los andenes de la estación ni en vía muerta. El transporte de mercancías y paquetería por carretera acabó con aquellas imágenes del pasado.
La estación de ferrocarril de Deba contaba con cuatro viviendas para los empleados y desde su construcción en ellas nacieron numerosos debarras. Las últimas familias en habitarlas fueron los Pastor, los Ruiz, los Varela y los Lazpita. Hace unos años, en 2014, las viviendas fueron reconvertidas en albergue de peregrinos del Camino de Santiago: otro tipo de viajeros, diferentes a los de la línea férrea.
La modernización y la automatización del ferrocarril conllevó la desaparición de todos los puestos de trabajo mencionados. Que sepamos, hoy día la estación de Deba no cuenta con ningún empleado, al menos a la vista del público. ¡Cómo han cambiado los tiempos!