martes, 2 de julio de 2013

¿ BOLA O BALA ?


                        HISTORIA DE UNA PIEDRA


Recuerdo haber escuchado de niño que la  esfera empotrada en el muro frontal de la iglesia de Itziar, no es en realidad una simple bola pétrea, sino la bala o proyectil de un antiguo tipo de cañón denominado pedrero.
Nunca me había creído que aquello fuese cierto, pues me parecía imposible que hace más de quinientos años hubiese cañón capaz de lanzar proyectiles de tal calibre.

Pasaron los años y tuve la oportunidad de leer parte de una obra publicada en Pamplona en 1767 cuyo título era “ Breve historia de la aparición del más luminoso astro y brillante estrella de la mar, la milagrosa imagen de María Santísima de Iciar”. El autor de aquella breve historia con un título nada breve por cierto, era Pedro José Aldazabal Murguia, vicario de Itziar y Deba, además de miembro de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País.

Fachada de la iglesia de Itziar.
En la parte de abajo, a mano
 derecha, puede apreciarse la
gran bala de pedrero empotrada
en el muro.

Para la confección del citado libro, don Pedro se había basado en textos escritos años antes por un fraile carmelita itziartarra llamado José Jesús María Arakistain, autor entre otras obras del himno de la Virgen de Itziar.
Mi sorpresa fue grande cuando ví que entre aquellos textos se hacía mención a la citada bala o proyectil y a cómo y en qué circunstancias fue a parar o empotrarse en los muros del santuario de Itziar.
Para ser breve, transcribo directamente los textos originales del libro de don Pedro José Aldazabal Murguía en los que se detallan tales circunstancias.

 “ Corroborasse esta Tradiccion, y fama con las muchas balas, que han traido á su Santuario Devotísimo los Navegantes en reconocimiento, de haver experimentado milagrosas asistencias, y socorros de su clarísima Estrella Sagrada, y Celestial Protectora en repetidísimas ocasiones, de las cuales algunas passan de 32. libras de calibre, y otras son menores y de diferentes calibres, y todas se hallan colgadas en la misma Iglesia, y entre otras hay tambien una bomba: Mas entre todas ellas es muy singular una bala de piedra, que se conserva ajustada, y encajada en la pared maestra del frontis de la Iglesia, de tan crecida magnitud y mole, que se hará increíble á quien no la huviere visto, y se pasmará cualquiera, al considerar, que pudiesse haver pedrero tan grande, y capáz, que disparasse tan prodigiosa mole. Sobresale la mitad de esta bala de la pared, para que todos puedan ver su grandeza, hallandose labradas las demás piedras muy ajustadamente colocadas, y no se puede discurrir, que le huviessen puesto en aquel parage para otro fin, que para conservar la memoria de algun milagro prodigioso, que la Sagrada Virgen obró, que por lo demás afea la pared, y no poco costó el colocarla tan ajustadamente. Y aunque no se sabe el tiempo cierto, en que se colocó aquella bala , sospechar se puede que fue por los años de 1476. Porque como escribe Garibai: Este año estando el Rey Don Fernando el Catholico en Bilbao á la Jura del Señorio, le dieron los Guipuzcoanos, y Vizcainos treinta Naves contra las Costas  de Galicia, que estaba por el Rey de Portugal. Entre las demás se armó una del Capitan Lasalde, vecino de la Villa de Deva, que era de quinientas toneladas: Tomáron algunas Villas, y fronteras, reduciendolas al servicio de los Reyes, y haciendo otras proezas volvió la Armada en el mes de Noviembre del mismo año, y entre las demás presas trajo la Nave de Lasalde dos piezas de Artilleria de fierro, la una de estraña magnitud, tomada en Bayona de Miño, que tiraba bala de piedra de 174. libras, y la otra, un passabolante tomado en Vivero, que tambien tiraba bala de piedra de 30. libras. Y aunque esta Nave se armó en San Sebastián, mucha parte de su tripulacion era Gente de Deva, que en agradecimiento a los favores, experimentados en su expedición, es muy creìble, que quisiesen perpetuar su reconocimiento, abriendo en la pared aquella concavidad, para colocar en ella la bala, que oy se vè.