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miércoles, 23 de junio de 2021

 

RECUPERADO UN INTERESANTE DOCUMENTO

 DE LA PARROQUIA DE ITZIAR

 

 
Portada del "Libro de Matrícula de la Parroquia de Iciar".Gran parte del pergamino de ésta probablemente fue comido por los ratones.

El pasado mes de mayo Patxi Aizpitarte, párroco de Ias iglesias de Itziar y  Deba me comentó que había recibido una información sobre la existencia  de un interesante documento del archivo parroquial de Itziar. Dicho documento estaba a la venta en un conocido establecimiento de libros antiguos de la capital bizkaina, concretamente en la librería Astarloa.

También  me refirió que había contactado con dicho establecimiento  y que su responsable le había comentado que lo iban a retirar inmediatamente de la venta y que estaba dispuesto a donarlo a la parroquia Itziartarra para así enriquecer el fondo documental de ésta. Se trataba de un Libro de matrícula de dicha parroquia  cuyas anotaciones tienen su inicio el año 1887 y finalizan en 1902.

Me pareció interesante el tema de su recuperación y acordamos ir juntos a Bilbao con la voluntad de que el preciado documento volviese tras muchos años a su lugar de origen. Y así lo hicimos el día 19 de ese mes.

El trato por parte del anticuario, Javier Madariaga, fue exquisito y a cambio de la donación tan solo pidió que el párroco firmase la recepción de dicho libro para que así constase en el registro.

Ambos teníamos interés por saber cómo el valioso documento había llegado de Itziar a Bilbao y la incógnita quedó rápidamente despejada.

El libro de matrícula formaba parte de un ingente lote de papeles, libros, fotografías y carteles que la librería bilbaína había comprado a los herederos de quien fuera miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, el insigne investigador e infatigable trabajador  de la cultura, Juan Antonio Garmendia Elosegui.

El hecho de que dicho documento apareciese referenciado como  “LIBRO DE MATRICULA Y CONFERENCIAS LITURGICO-MORALES PARROQUIA DE ITZIAR, GIPUZKOA AÑOS 1887 A 1936”  nos hizo ver que dicho manuscrito formó parte de una serie de volúmenes cuyo paradero desconocemos y que finalizaban con los registros del año 1936. En realidad, el título del volumen en cuestión es “Libro de matrícula de la Parroquia de Iciar. Dá principio en el año de 1887”.

Como al estar jubilado dispongo de más tiempo que mi amigo párroco, quien como suele decirse anda más liado que la sandalia de un romano, al llegar a Deba le pedí me dejase el documento para estudiarlo y a la vez sacar una cuantas fotografías del mismo. El resultado es este artículo que pienso puede ser de interés para las gentes de Itziar en particular y de Deba en general, pues representa la historia gráfica detallada de los barrios, casas, caseríos y personas que vivieron en Itziar durante esos años.


 





Portada interior del libro y primera página del mismo, correspondiente a "Iciar" calle.

Características

El libro tiene un formato exterior de  32 x 23 cm.(apaisado). Las portadas son de pergamino (de cordero, cabra o carnero) pegado sobre cartón duro; lo que técnicamente se conoce como “a la romana”.

El estado del pergamino, sobre todo en la portada, está muy deteriorado; la contraportada se encuentra en mejor estado, y en el lomo el pergamino ha desparecido por completo. La encuadernación es tipo “rústica” (cosida al hilo vegetal).

El interior del libro, manuscrito, se encuentra en relativo buen estado y la buena conservación de las tintas permite la lectura sin esfuerzo.











Libro abierto donde se aprecian las 13 casillas en cada página, rellenas con los datos de cada uno de los feligreses.


Contraportada del "Libro de Matrícula". El pergamino se encuentra en mejor estado que en la portada.

El contenido

El libro consta de un número total de 426 páginas, aunque las numeraciones de éstas a veces no corresponden a lo que es una página, sino a una hoja.

En la cabecera de todas las páginas, centrada en cada una de ellas, puede verse el texto impreso “Calle de………”con una serie de puntos suspensivos, impresos para ser rellenado ese espacio con el nombre de los diferentes barrios o del casco urbano de Itziar, pues en el contenido se hace diferencia entre Itziar calle e Itziar barrios.

Debajo de la cabecera se sitúan trece casillas que corresponden a los siguientes datos:

- Número de orden (de la persona registrada).

- Número de las casas (que al carecer de número esta casilla se

  rellena con el nombre de la casa o del caserío).

- Piso.

 - Nombres y apellidos (de todos los feligreses).

 - Naturaleza (lugar de nacimiento de cada uno).

-  Edad.

-  Estado (civil).

 - Profesión.

 -Tiempo de residencia (en Itziar).

 - Confirmación (sí o no).

 - Primera Comunión (sí o no).

-  Precepto Pascual (sí o no).

 - Observaciones.

En este último apartado aparecen todo tipo de observaciones pero al finalizar cada año y en cada uno de los barrios, en esta casilla se hace un resumen. Así tenemos que en 1887 en el barrio de Elorriaga había 140 feligreses , de los cuales cien estaban “Obligados a la comunión pascual” y “No obligados a la comunión pascual, cuarenta”.


       
 Año de 1887. Última página correspondiente al barrio de Elorriaga. En ella aparecen los datos de los feligreses de los caseríos Villabier, Errecacho y Aranberri garaicoa. A la derecha, en las observaciones, el resumen del barrio: Feligreses 140. Obligados á la comunion pascual, 100. No obligados a la comunion pascual, 40.                     

Las casas en el casco urbano de Itziar

El libro de matrícula diferencia entre lo que es el casco urbano de Itziar y los barrios. Es más, quedan incluso diferenciados del resto de barrios los caseríos pertenecientes al barrio de Itziar, es decir, los más próximos al casco.

El documento nos ofrece información detallada con los nombres de las casas y caseríos, muchos de ellos desaparecidos en la actualidad. Es interesante ver cómo prácticamente todas las casas del casco urbano de Itziar tenían su nombre. A veces este hacía mención a la profesión de su propietario, a su nombre, a su apellido, a su caserío o pueblo de origen, o incluso a alguna característica física de quien la habitaba además del uso al que estaba destinada la casa. Así tenemos que las casas de esa época aparecen registradas con nombres como:

-      Carterocua, Confiterocua, Organistacua, Zapataricua, Medicocua, Caminerocua, Barberocua, Herrerocua, Rementericua, Vicariocua, Cesterocua, Maisuena, Aguardentecoa, Alambratzallecoa.

     Roquenecua, Gasparrenecua, Martincoa, Antoni motzanecua, Isasicua, Chinchocua, Bisimodu, Anducenea, Arteondocua, Erreten berria, Erreten zarra, Arrietacua, Ormaechecoa,  

    San Martingoa, Pagatzacua, Larrascandanecua, Irurecoa, Otolanecua, Guetarienea, Cegamanecoa, Orionecua, Azcuenecua,

Hospitalecua, Dendaberricoa, Taberna zarra. 

 Plazacua, Calzadacua, Errondacua,Erretenberria, Crucelai zarracua.


Barrios y caseríos

En cuanto a los barrios, decir que aparecen reflejados los siguientes barrios, con sus correspondientes caseríos y habitantes de los mismos. Los transcribo  con la grafía original del documento, tal y como aparecen:

Barrio de Iciar. Barrio de Eguia. Barrio de Ichaspe. Barrio de Arriola. Barrio de Mardari. Barrio de Elorriaga. Barrio de Lastur bea. Barrio de Lastur goya. Barrio de Endoya. Barrio de Arbioscoa.

No aparece en el libro de Matrícula el barrio de Sasiola, la zona de Artzabal ni algunos caseríos situados en las vertientes o laderas  que dan hacia el río Deba como algunos caseríos del barrio de Eguia, caseríos que salvo alguna rara excepción ya existían por entonces.

Así, en el barrio de Egia no aparecen reflejados los caseríos Ermita (Santa Katalina), Etxeberri, Buenos Aires, Iparraguirre o Artamendi. Tampoco aparecen los caseríos Bista ona (Pistona)  Santixo, San Roke, Iztiña, Goikoetxe, Antsondo, Miraflores (Millapros)  y todos los caseríos de Sasiola. La razón es bien sencilla y es que secularmente todos esos caseríos y sus gentes eran registrados y matriculados en la parroquia de Deba, no en la de Itziar.

Tampoco aparecen citados los caseríos ya desaparecidos, situados en Arronamendi, junto al túnel, habitados por las familias Egaña y Gorritiberea, y ya mucho más tarde también por la familia Larramendi. Es posible que de existir ya en aquellos años, también estuviesen adscritos a la iglesia parroquial de Deba.

Tampoco aparecen los caseríos pertenecientes a Garagartza, en Mendaro, barrio cedido por el Ayuntamiento de Deba en 1889 al Ayuntamiento de Elgoibar. Todos los caseríos de ese barrio, como Mantarregui, Alkorta, Berasaluze… etc. estaban matriculados en los libros de la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Garagartza, iglesia dependiente hasta ese año de la matriz de Santa María de Deba.

 Las personas  registradas

En 1887 aparecen registradas como feligreses de la parroquia de Itziar 1.642 personas. Con el conjunto de todas las personas registradas en el documento, tanto en el casco urbano como en los barrios, podría hacerse un interesante estudio sociológico en el que los apellidos que aparecen en cada uno de éstos nos hablan de la endogamia en tiempos pasados. Podemos ver que incluso cada barrio tiene sus apellidos predominantes. Queda claro, por poner un sencillo ejemplo, que los Aguirregabiria son de Lastur Goia y del vecino barrio de Endoia, con raíces en caseríos como Ezteia, Txarrantxola o Ziolar. Y como muestra un dato: en las matriculaciones de esos años no aparece ningún Aguirregaviria en el barrio de Elorriaga. Había que buscar novia lo más cerca posible.

Algo parecido ocurre con los Echave y Sorasu en el barrio de Elorriaga donde a menudo aparecen en los caseríos Echenagusia, Sorasu y Arantza (no aparece ningún Echave o Sorasu en “Lastur Goya o Endoya”, o los Mancisidor y Subinas de Itxaspe, apellidos todavía hoy muy frecuentes en ese barrio.

En lo referente a este tema quisiera resaltar un dato anecdótico. Se trata de Lázaro Astigarraga Juaristi, del caserío “Endoya torrea”, el mayor de los hijos del matrimonio formado por José Astigarraga y Oyarzabal, y por Josefa Juana Juaristi ambos naturales de Azpeitia y Azkoitia respectivamente. Lázaro que en 1887 contaba veinte años había nacido según consta, en Arrona; seguramente en algún caserío de Endoia perteneciente a Arrona. Como mayorazgo heredaría el caserío y pasado el tiempo sus descendientes serían conocidos y aún hoy lo son con el sobrenombre de Laxao o Lasao, deformación del nombre de su antepasado “Lázaro” Astigarraga.  

 Sus profesiones

Es significativo ver cómo en 1887en el casco urbano de Itziar existían profesionales de labores y negocios hoy desaparecidos o ya sin actividad. Ese año el listado de profesionales solo en el casco itziartarra (calle) era el siguiente:

Presbítero, organista, sacristán, agrimensor, maestro de enseñanza, médico, panadero, zapatero (varios),  tejedor (varios), ebanista, carpintero, estanquero, caminero, albañil, costurera (varias), alpargatero (varios), cestero, herrero, peón, labrador, sirviente. Era normal que en una misma familia varios miembros se dedicasen a la misma actividad. En 1892 vemos cómo José Manuel Aguinagalde Ostolaza, de la casa Orionecoa, trabaja como ebanista junto a su hijo Juan José Aguinagalde Loyola.

En 1890 y 1892 vemos registrado como organista a un joven virtuoso de 17 años llamado Agustín Uzcanga y Aizpurua, residente en la casa Organistacua.  

Esa variedad de profesiones existentes en el casco urbano no existe en el resto de barrios donde lógicamente la profesión predominante es la de “labrador” (baserritarra). Algunos caseríos, los pudientes, contaban con un “sirviente” (morroi) lo que hace engrosar el número de estos profesionales en los barrios.

Como ejemplo tenemos el caserío Olano, en el barrio de “Lastur goya” . Vemos que en 1887 estaba habitado por Ignacio Mª de Unanue Izaguirre, de 69 años, y por su esposa Mª Tomasa Gainza y Martija, de 60. Con ellos convivían el hijo del matrimonio, Ángel Antonio Unanue y Gainza, de 26 años, y la esposa de éste, Victoria Albizu Salegui, de 24 años, así como la hija pequeña de los propietarios, Manuela Unanue Gainza, de 18 años, soltera.

En el libro de matrícula podemos ver que la familia Unanue tenía un joven “sirviente” (morroi) , en realidad un niño,  Agustín Landa, de 13 años y natural del barrio de Azpilgoeta en Mendaro.








1887. Caserío Olano. Puede observarse que en esa época, el caserío contaba con un "morroi" de 13 años llamado Agustín Landa, natural de Azpilgoeta de Mendaro.

       Caserío Olano, en Lastur "goya".

Pero curiosamente también podemos ver que aunque la profesión mayoritaria en los barrios era la de labrador o “sirviente” (morroi), algunos, aunque muy pocos, preferían salir a trabajar fuera del caserío en otras labores, generalmente como caminero o carpintero.

Tal es el caso de uno de los numerosos camineros itziartarras, aunque curiosamente en este caso nacido en Elduayen, José Beloqui Sarasola, de 46 años, casado en el caserío “Santuaran cadena” con la itziartarra Josefa Elorza Uranga. O también como Ramón Aguirregaviria y Uranga, uno de los carpinteros con origen, en este caso, en el caserío Esteya andia de Lastur Goya.

Un dato sumamente curioso es que en lo referente a las profesiones, entre los años 1887 y 1892 tan solo hay una que se sale de la norma, la de marinero. Se trata de José Galdós y Galzagorta, que aunque natural de Zumaia estaba casado en el caserío Aranberri venta berria, en Elorriaga.

 

Maestros, médicos y sacerdotes.

El primer maestro registrado en 1887 en Itziar (calle) es Dn. Santiago Tellería y Tellería, un joven de 22 años natural de Mutiloa y residente en Itziar desde 1885.

Ese año (1887), en la segunda escuela de Itziar, la de Lastur aparece como maestro Dn. Miguel Uzcanga y Ansótegui de 52 años, viudo, natural de Itziar y residente en el caserío Goicola zarra.

En la tercera de las escuelas, la de Elorriaga, tenemos a Dn. Baltasar Badiola, soltero de 51 años, natural de Arrona y residente en el caserío Loperza. 

Es sumamente interesante el hecho de que hasta 1892 todos los maestros, o maestras como la abadiñotarra Remigia Garaitaonaindia Iraurgui, registrados en el libro son gipuzkoanos o bizkainos. Pero ese año puede verse que comienzan a llegar maestros de fuera. Así vemos que en la casa “Maisuenea” reside  el maestro Dn. Paulino Cordón e Ibañez, natural de Alcanadre (La Rioja). Junto a él, su esposa Matea Cordón Carbonero, de Villar de Arnedo (La Rioja) y sus tres hijos.

En cuanto a los médicos, el primero en ser registrado en el libro es Dn. Manuel Berrosteguieta y Atristain, de 41 años y natural de Elgoibar. En 1891 sería sustituido por Dn. Apolinar Ezcurdia y Orroz, natural de Villabona, viudo y residente en la casa Medicocua junto a sus dos hijos y una joven sirvienta natural de Abadiño.

Referente a los curas decir que, por entonces, todos residían en Itziar (calle). El primero registrado en el libro (1887) es Dn. Ignacio Zubelzu y Cincúnegui, de 72 años, natural de Deva y residente desde hacía diecisiete años en la casa Vicariocua. Además de él, había otros dos curas, ambos hermanos, naturales de Mendaro Azpilgoeta y residentes en la casa Plazacua: Elias Irure Ozaeta, de 45 años, y Joaquín Irure Ozaeta, de 39.

Otro dato a resaltar es que generalmente los sacerdotes vivían acompañados a veces por los padres, alguna hermana, sobrina o sirvienta.

 

Listado de caseríos por barrios (año 1887).

(Con la grafía original del documento).

Barrio de Iciar (próximos al casco): Ibia zarra, Malcorra, Goenaga, Echaiz, Ibia berria, Tellería, Chapaista, Araquistain, Echeistan.

Barrio de Eguía: Doniane chiquia, Aguirre Zubillaga andia, Aguirre Zubillaga chiquia, Olauni, Aquebarro, Olave, Doniane andia, Ansorregui azpicoa (caserío doble), Gastañeta, Ansorregui garaicoa, Zavale, Ansorregui erdicoa, Olloqui erdicoa, Olloqui azpicoa, Olloqui garaicoa, Murguizabal, Achilli.

Barrio de Ichaspe: Gainza chiquia, Usarraga chiquia, Usarraga andia, Errota berri, Iturrita, Inchusburu, Chertudi garaicoa, Chertudi azpicoa, Gainza Echeverri zarra, Mendata, Usarraga beña, Saconeta, Gainza andía, Gainza Echeverri, Gainza venta, Larraguibel (caserío doble), Sagarminaga, Usabedarza, Urteaga, Igarza, Uzcanga berría, Utarza, Usarraga maisucoa, Usarraga santi, Gainza erdicoa, Uzcanga azpicoa, Macasti, Uzcanga garaicoa, Asti.

Barrio de Arriola: Arriola chiquía, Arriolaperla, Arriola beña, Arriola mote, Arriola goenaga, Lizarrarán, Pagatza, Arraga, Eguzquiza, Zavaleta, Iturrondo.

Barrio de Mardari: Irure anduz, Usarrua, Andusoro, Saleche, Metale, Soldadusoro, Garabán, Azcona Zulueta, Albaliz, Cisurrola (caserío doble), Benitosoro, Santuarán cadena, Santuarán venta, Santuarán garaicoa, Santuarán azpicoa, Guerrategui, Erlete garaicoa, Erlete azpicoa (caserío doble), Urain, Urainciar, Presalde (caserío doble), Zubelzu zarra (caserío doble), Zubelzu berría, Zozobarro, Zubelzu torrea, Madaricelay.

Barrio de Elorriaga: Sorasu andía, Sorasu berría, Sorasu chiquía, Ermita, Bartolocua, Echenagusia, Pagoeta, Galarreta, Polión, Andresenecoa, Aranza aspicoa, Aranza garaicoa, Urberuaga, Sagarbide caminero, Sagarbide, Echeberri, Loperza, Saconberri, Aranberri ventaberri, Aranberri azpicoa, Villabier, Errecacho, Aranberri garaicoa.

Barrio de Lastur bea : San Nicolás, Ostatu berría (caserío doble), Martin suis (Martin Zuri), Cabildo chiquia, Tetuangoa, Leizaola chiquía, Abeleche, Capillaocoa, Obieta berría, Arruan zarra, Sustrayaga, Cortaberri, Areizaga, Leizaola andía, Plazaola, Torre chiquía, Araneta, Iturcho, Arteaga, Aguerre, Arruan andía, Elorrozu, Obieta zarra, Yndo Iturri, Yndobitarte, Arrascaeta, Lizarreta.

Barrio de Lastur goya: Goicola zarra, Gaztañadi, Ugarte zarra, Aristondo, Albizuri, Cigarán zarra (caserío doble), Cigarán andia (caserío doble), Charranchola, Esteya andía, Olano, Aldazabal (caserío doble), Murguimendi, Murgui berría, Murgui zarra, Cigarán Chiquía, Esteya chiquía, Sorarte, Artajalegui, Goicola berría, Sacona.

Barrio de Endoya: Endoya torrea (caserío doble), Pozualdea, Acain, Ciolar berría, Beliosoro erdicoa, Beliosoro garaicoa, Goicibar, Escapayo, Ciolar becoa, Beliosoro becoa, Chancarta, Olazabal garaicoa, Ciolar goicoa, Olazabal azpicoa (caserío doble).

Barrio de Arbioscoa: Ugarte berría, Sorozarreta, Bacarcoa, Sacabiaga zarra, Aitola berría, Yruerrequeta, Aguieta, Usarruena, Zavaleta, Sacabiaga berría, Urquidi, Celay luce, Cortacho, Sagarreta.


Para finalizar quisiera hacer un comentario. Alrededor de setenta de los actuales caseríos de Itziar ya aparecen citados en el libro de apeos del municipio de Deba, realizado entre los años 1.482 y 1.483. También aparecen mencionados en el libro de matrículas de 1887. En pocos años desgraciadamente hemos perdido muchos de ellos.

Nuestros caseríos son un patrimonio que estamos obligados a preservar y mantener. Y si ello no es posible y se levanta uno nuevo sobre las viejas piedras, estamos moralmente obligados a conservar al menos su nombre para que no queden borrados de nuestra historia.  

  


martes, 2 de julio de 2013

¿ BOLA O BALA ?


                        HISTORIA DE UNA PIEDRA


Recuerdo haber escuchado de niño que la  esfera empotrada en el muro frontal de la iglesia de Itziar, no es en realidad una simple bola pétrea, sino la bala o proyectil de un antiguo tipo de cañón denominado pedrero.
Nunca me había creído que aquello fuese cierto, pues me parecía imposible que hace más de quinientos años hubiese cañón capaz de lanzar proyectiles de tal calibre.

Pasaron los años y tuve la oportunidad de leer parte de una obra publicada en Pamplona en 1767 cuyo título era “ Breve historia de la aparición del más luminoso astro y brillante estrella de la mar, la milagrosa imagen de María Santísima de Iciar”. El autor de aquella breve historia con un título nada breve por cierto, era Pedro José Aldazabal Murguia, vicario de Itziar y Deba, además de miembro de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País.

Fachada de la iglesia de Itziar.
En la parte de abajo, a mano
 derecha, puede apreciarse la
gran bala de pedrero empotrada
en el muro.

Para la confección del citado libro, don Pedro se había basado en textos escritos años antes por un fraile carmelita itziartarra llamado José Jesús María Arakistain, autor entre otras obras del himno de la Virgen de Itziar.
Mi sorpresa fue grande cuando ví que entre aquellos textos se hacía mención a la citada bala o proyectil y a cómo y en qué circunstancias fue a parar o empotrarse en los muros del santuario de Itziar.
Para ser breve, transcribo directamente los textos originales del libro de don Pedro José Aldazabal Murguía en los que se detallan tales circunstancias.

 “ Corroborasse esta Tradiccion, y fama con las muchas balas, que han traido á su Santuario Devotísimo los Navegantes en reconocimiento, de haver experimentado milagrosas asistencias, y socorros de su clarísima Estrella Sagrada, y Celestial Protectora en repetidísimas ocasiones, de las cuales algunas passan de 32. libras de calibre, y otras son menores y de diferentes calibres, y todas se hallan colgadas en la misma Iglesia, y entre otras hay tambien una bomba: Mas entre todas ellas es muy singular una bala de piedra, que se conserva ajustada, y encajada en la pared maestra del frontis de la Iglesia, de tan crecida magnitud y mole, que se hará increíble á quien no la huviere visto, y se pasmará cualquiera, al considerar, que pudiesse haver pedrero tan grande, y capáz, que disparasse tan prodigiosa mole. Sobresale la mitad de esta bala de la pared, para que todos puedan ver su grandeza, hallandose labradas las demás piedras muy ajustadamente colocadas, y no se puede discurrir, que le huviessen puesto en aquel parage para otro fin, que para conservar la memoria de algun milagro prodigioso, que la Sagrada Virgen obró, que por lo demás afea la pared, y no poco costó el colocarla tan ajustadamente. Y aunque no se sabe el tiempo cierto, en que se colocó aquella bala , sospechar se puede que fue por los años de 1476. Porque como escribe Garibai: Este año estando el Rey Don Fernando el Catholico en Bilbao á la Jura del Señorio, le dieron los Guipuzcoanos, y Vizcainos treinta Naves contra las Costas  de Galicia, que estaba por el Rey de Portugal. Entre las demás se armó una del Capitan Lasalde, vecino de la Villa de Deva, que era de quinientas toneladas: Tomáron algunas Villas, y fronteras, reduciendolas al servicio de los Reyes, y haciendo otras proezas volvió la Armada en el mes de Noviembre del mismo año, y entre las demás presas trajo la Nave de Lasalde dos piezas de Artilleria de fierro, la una de estraña magnitud, tomada en Bayona de Miño, que tiraba bala de piedra de 174. libras, y la otra, un passabolante tomado en Vivero, que tambien tiraba bala de piedra de 30. libras. Y aunque esta Nave se armó en San Sebastián, mucha parte de su tripulacion era Gente de Deva, que en agradecimiento a los favores, experimentados en su expedición, es muy creìble, que quisiesen perpetuar su reconocimiento, abriendo en la pared aquella concavidad, para colocar en ella la bala, que oy se vè. 

       

                                 


       

sábado, 29 de diciembre de 2012

CINCO CAPILLAS CON HISTORIA

 
 
 
 
La iglesia parroquial de Santa María de Deba, Monumento Nacional del Estado desde el año 1931, es una de las grandes joyas de la arquitectura religiosa vasca.
Levantada en el siglo XV sobre una primitiva iglesia del siglo XIV, fue ampliada en el siglo XVI y concluida en el XVII. La financiación del templo corrió a cuenta del vecindario debarra, de ahí que, desde hace siglos, la fachada principal del templo luzca con orgullo el escudo de la villa.
Uno de los elementos más interesantes de este monumental templo son sus capillas góticas, construidas en el momento de mayor esplendor de la población.

Fue ése un momento en el que los impuestos procedentes del tráfico de lana castellana y de productos manufacturados exportados a Inglaterra, Francia, Flandes y otros países europeos, contribuyeron al enriquecimiento de la villa. Ni qué decir de los beneficios procedentes de las sustanciosas campañas balleneras a Terranova, organizadas éstas por familias locales, o de las también sustanciosas campañas corsarias en las que el rey se beneficiaba de una quinta parte del botín, "quinto real ", pero el armador de la nave, los tripulantes y de paso, la iglesia y el pueblo debarra en general, también fueron partícipes directa o indirectamente de aquellos beneficios.

De las seis capillas que hoy podemos visitar en la iglesia parroquial de Santa María de Deba, cinco de ellas fueron construidas para servir de oratorio y enterramiento a las más poderosas familias debarras de los siglos XV-XVI. La sexta, fue sacristía hasta que en 1714, finalizada una nueva, aquella pasó a desempeñar funciones de capilla.

Las cinco capillas privadas son una especie de libro abierto en el que han quedado escritos importantes pasajes de la historia de Deba, algunos de ellos dignos de la mejor película de acción. Pertenecen a los linajes de Irarrazabal, Sasiola, Zubeltzu, Aguirre y Andonaegui. Todas ellas tienen una gran historia; algunas, incluso leyenda.
He aquí algunas breves reseñas históricas de estas capillas y de sus propietarios. 

Capilla de los Irarrazabal, o de la Misericordia
Fue construida por la más importante de las familias debarras, prebostes de la villa desde su fundación en 1343, de ahí que ocupe un lugar preferencial: la primera en el lado del evangelio. Hasta hace unas décadas, esta capilla era también conocida con el nombre de "Valparaíso" o del "marqués de Valparaíso". Más adelante explicaré los porqués de esta curiosa denominación.

 
La casa solar de los Irarrazabal, desgraciadamente ya desaparecida, estaba situada a la salida del pueblo, en el barrio de Artzabal. Existen algunas vagas referencias sobre la antigua torre medieval pero en realidad lo único que se conserva de esta familia es el topónimo de un caserío situado junto al lugar donde se ubicó la torre, y la capilla-sepulcro de la familia, situada en la iglesia parroquial.
 
Sepulcro de los Irarrazabal o de Valparaiso. El paso del tiempo ha hecho que
las figuras talladas en la piedra se vean con dificultad.
En el centro se puede apreciar un caballero armado con espada y escudo
flanqueado por un hombre con lanza y otra figura sedente.
En ambos laterales, dos escudos irreconocibles, debido al desgaste de la piedra,
sostenidos por dos leones rampantes. Es de suponer que al menos uno de los
escudos sea el de los Irarrazabal.

En septiembre de 1394, siendo alcalde de Deba Fernán Miguelez de Irarrazabal y preboste Juan Ruiz de Irarrazabal, reunido el concejo en el interior del templo, fueron aprobadas las primeras ordenanzas de la villa de Deba, consideradas las más antiguas de Gipuzkoa ya que tres años más tarde, en 1397, verían la luz las primeras ordenanzas de la Hermandad de villas de Gipuzkoa.
 
Los Irarrazabal, además de ser dueños de diversas ferrerías,molinos, lonjas y cargaderos, fueron constructores y propietarios de barcos dedicados al comercio, al corso, o a la caza de la ballena en aguas de Terranova. Uno de ellos fue Martín Ochoa de Irarrazabal, alcalde de Deba en 1570, importante mercader, ballenero y capitán de mar, generalmente a bordo de sus propias naves al servicio de la corona. Murió  de un tiro mientras luchaba contra los ingleses a bordo de la nao "Felipe y Santiago" una de las naves de la conocida como "Armada Invencible".
 
Otro miembro destacado de esta familia fue Francisco de Andia Irarrazabal, nacido en Deba en 1536; caballero de la Orden de Santiago, paje en la corte del príncipe y más tarde rey, Felipe II, a quien acompañaría a Inglaterra para sus desposorios con María Tudor. Poco después embarcaría para América, llegando a Chile junto a su gran amigo, de origen bermeotarra, Alonso de Ercilla y Zúñiga, autor de la inmortal obra literaria " La Araucana".
 
Su hijo, Francisco de Andia Irarrazabal y Zarate, nació en Chile el año 1576 aunque pasó la mayor parte de su vida en Europa. Primogénito de siete hermanos fue sucesor de las casas de Andia en Tolosa y de Irarrazabal en Deba, población esta última donde había nacido su padre.
Su historial es de lo más interesante pues prácticamente no hay guerra ni cargo donde no se le nombre. Fue el chileno con más cargos y títulos, tantos que merece la pena hacer mención de, al menos, algunos de ellos:
Caballero de la Orden de Santiago, Trece de esta Orden, Comendador de Villoria y de Aguilarejo, primer vizconde de Santa Clara, Maestre de Campo General de infantería española, Veedor General del ejercito de Flandes, Gobernador de las armas del reino de Murcia, Gobernador y Capitán General de las Islas Canarias, Gobernador General de Chile, Gobernador General de Gibraltar, Capitán General de Orán y Mazarquivir, Virrey de Galicia, de Navarra y de Sicilia, Consejero de Estado y Guerra de Felipe IV, Gobernador de Artillería y Juntas de Guerra de Cataluña, Consejero de Guerra de Flandes, Capitán de Guardias del Archiduque Alberto y Comisario General del Ejército de Granada.
Se dice de él que sirvió a la corona sesenta años, recibiendo cuarenta y cinco heridas de guerra.
Fue cinco veces virrey, y Felipe IV le concedió el título de marqués de Valparaíso (título con grandeza de España que en la actualidad ostenta Don Gonzalo Fernández de Córdoba y Topete.
Francisco Andia Irarrazabal murió en Madrid en octubre de 1659 y es muy probable, casi seguro, que como señor de la casa de Irarrazabal, su cuerpo fuese enterrado en el sepulcro de la capilla familiar de Deba. Esa podría ser la explicación a la anteriormente comentada denominación de la capilla-sepulcro como del "marqués de Valparaiso".

Haciendo mención a la personalidad de este personaje, me gustaría comentar una anécdota referente a él.
Hace unos días, interesado en conocer algún dato sobre su vida, me introduje vía cibernética en el Archivo Histórico Nacional. Mi labor fue premiada cuando conseguí hacerme con un documento fechado en 1636, momento en el que Francisco de Andia Irarrazabal era precisamente Virrey de Navarra, y año también en el que visitó Deba para supervisar la construcción de tres galeones de su propiedad que se estaban construyendo en los astilleros de esta villa guipuzcoana.
Es un documento del Consejo de la Inquisición referente a un "Proceso de fe" contra don Francisco de Andia-Irarrazabal y Zarate. Para ser breve, resumiré la anécdota diciendo que el señor Irarrazabal, Virrey de Navarra, no se cortó un pelo a la hora de imponer una severa multa al mismísimo obispo de Pamplona, don Pedro Fernández Zorrilla.   
Si Irarrazabal tenía carácter, el obispo no se quedaba atrás, pues según consta, el virrey vasco-chileno fue excomulgado con todas las de la ley, según los inquisidores, por ser sospechoso del "error de Inglaterra"; una vendetta en toda regla.  

Capilla de San Antón o de los Sasiola


Fue fundada por Martín Ochoa de Sasiola, llamado “el Tesorero” y por su esposa María Martinez de Zarauz, y en ella fueron enterrados. La capilla está dedicada a San Antón, por ser éste el santo protector del linaje de los Sasiola.
Martín Ochoa de Sasiola fue secretario del condestable de Castilla Pedro Fernández de Velasco, el hombre con más poder en el reino, tras el rey. Este miembro de la familia Sasiola fue uno de los personajes que el 25 de Noviembre de 1539, recibieron en el túnel de San Adrián al emperador Carlos V cuando entró en Gipuzkoa.


 
La capilla posee un pequeño pero precioso retablo tapizado con brocados de Flandes y muestra un maravilloso tríptico flamenco del siglo XVI que dice bastante sobre las relaciones comerciales de los Sasiola con los puertos de los Países Bajos.


El sepulcro, tallado en arenisca, luce a su derecha el escudo de Castilla-León. A la izquierda, otro intencionadamente destrozado por el cincel, que según algunos historiadores podría tratarse del escudo de la casa inglesa de Plantagenet. En el centro, en la parte inferior, el escudo de los Sasiola con la tau de San Antón y sobre éste, una talla con un jarrón de lirios alusivo a la Virgen, elemento hagiográfico mariano muy común, también presente en el sepulcro de los Aguirre.
En uno de los muros de la capilla existe una puerta cegada que en el pasado daba acceso al claustro. Tallado en el dintel de arenisca de esa puerta, en la parte del claustro, se puede apreciar el escudo de los Sasiola, propietarios de la capilla.
 
 

Los Sasiola, importante familia de mercaderes, tuvieron estrechas relaciones con la corona inglesa. No en vano, uno de sus miembros, Jofre Ibáñez de Sasiola, “El Bachiller”, tío paterno de Martín Ochoa de Sasiola, además de alcalde de Deba, formó parte del Consejo Real de Fernando el Católico, siendo también el primer embajador que tuvo el reino de Castilla-León en Londres. Curiosamente, una de sus labores en Inglaterra consistió en acordar el matrimonio entre la hija pequeña de los Reyes Católicos, Catalina de Aragón, con Arturo, Príncipe de Gales. Al morir Arturo al poco tiempo de la boda, ella contraería nuevo matrimonio con el hermano de su marido, Enrique VIII, con el que tuvo una hija: María Tudor, a la que con el tiempo, los anglicanos ingleses llamarían "Bloody Mary".

El escudo labrado en el sepulcro está sostenido por dos ciervos rampantes y muestra las flores de lis de la casa de Plantagenet. Curiosamente, en algún momento, quizás debido a algún episodio corsario frente a Inglaterra, este escudo fue dañado intencionadamente con un cincel. La imagen está forzada para que puedan apreciarse con claridad las tres flores de lis y los ciervos.







Otra de sus misiones del embajador debarra fue la de terminar con las guerras de corso entre los marinos vascos e Inglaterra, alguna de cuyas paces se firmó precisamente en Deba. Así sucedió en 1473 cuando en esta villa se reunieron los marinos vascos con los embajadores ingleses.
En reconocimiento a sus méritos, Jofre Ibáñez de Sasiola fue premiado por la corona inglesa con la más importante distinción en aquel país: Caballero de la Orden de la Jarretera. Jofre murió en Zumaia donde había fundado casa tras su boda con María López de Areizti.
El padre de Jofre Ibáñez de Sasiola, “el Bachiller”, llamado y apellidado igual que su hijo, fue además de alcalde de Deba, importante mercader y reconocido corsario. Un dato históricamente interesante que demuestra la actividad de sus negocios marítimos es que en 1488 Bartolomé Colón, hermano del descubridor, viajó a Londres en una nave de Jofre Ibáñez de Sasiola, padre, la cual fue abordada por corsarios alemanes que tuvieron secuestrado al hermano del almirante y descubridor genovés durante seis años.
    
Capilla de San Juan Bautista o de los Zubelzu.

Es popularmente conocida como “capilla de la hilandera” debido a que existe una leyenda romántica local que relaciona esta capilla con sus dos protagonistas: Andra Madalen y su hija Katalintxu, ambas, según la tradición, pertenecientes la casa de Zubeltzu.
Al parecer, al menos, en ella debieron ser enterrados Fernando de Zubelzu y su esposa María de Zuazola en la segunda mitad de mil quinientos, ya que los escudos de ambas casas aparecen tallados en el frontal del sepulcro familiar.

 
Los Zubelzu procedían de la torre del mismo nombre situada en el barrio de Mardari, pero su casa, dentro de la villa, estaba situada donde actualmente se encuentra el cine “Zubelzu”.
Esta familia era propietaria de naos destinadas al comercio, al corso, o a lo que hiciese falta. Así  tenemos que la nao "Concepción Mayor", de 486 toneladas y dieciséis cañones, propiedad de Juan Pascual de Zubelzu, fue una de las seis naves debarras que formaron parte de la Armada Invencible. Al mando de la nao iba su propio hijo, Manuel López de Zubelzu quien, como el resto de las naves de esta población, pudo arribar a puerto tras la desastrosa expedición.
Esta capilla está considerada como una de las más bellas del arte gótico en Euskal Herria.
En el friso labrado sobre el sepulcro se aprecia un Cristo crucificado, flanqueado por los doce apóstoles. El frontal del sarcófago muestra varios escudos heráldicos así como una escena del bautismo de Jesús y varios monjes orantes en procesión.
Arriba, dos bellas vidrieras que hacen referencia a los dos personajes protagonistas de la leyenda de La Hilandera: Anrdra Madalen y su hija Katalintxo.



Capilla de San Pedro
o de los Aguirre  
 
Perteneció a la poderosfamilia de los Aguirre, emparentada con las familias locales de los Sasiola y de los Irarrazabal. En ella fue sepultado en 1593 Fernando de Aguirre, pagador de armas y criado del rey Felipe II. Refiriéndose a él, el diplomático y político Luis López de la Torre Ayllón y Kirsmacker escribió:
“Este don Fernando fue uno de aquellos secretarios de Felipe II, a quienes el monarca confiaba el desempeño de cargos o comisiones especiales.
Residía por lo común en Guipúzcoa, y allí atendía a la fabricación y pago de las armas destinadas a las huestes españolas”.
Su casa, situada en la calle del Astillero es, junto a la de los Sasiola, uno de los dos edificios que se conservan, pertenecientes a las familias propietarias de capillas en la iglesia parroquial de Deba.

 
Los Aguirre fueron importantes mercaderes y marinos ocupando relevantes puestos tanto en la mar como en tierra. Uno de ellos, San Juan de Aguirre, fue almirante de una escuadra de la armada del mar océano y posteriormente Almirante General con don Alonso de Bazán.
 Debido a la unión de miembros de la familia Aguirre con los Irarrazabal, en esta capilla están enterrados varios Irarrazabal casados con mujeres de la familia Aguirre.
El sepulcro, como el de las demás capilla está tallado en piedra arenisca y muestra la escena de la anunciación de la Virgen. Entre el ángel y la Virgen puede apreciarse el jarrón con los lirios, elemento que hace referencia a la madre de Jesús.
 

Capilla de Santo Domingo o de Andonaegui
 
 
Perteneció a la familia Andonaegui, de la casa conocida como “Deva-echea” o “Comendadorecua” situada en la calle actualmente denominada Lersundi.
En esta capilla está enterrado Juan de Andonaegui, comendador de la Orden de Caballería de San Lázaro y secretario durante once años, de la embajada de España en Roma, en tiempos de Felipe II.
Hombre políglota, se dice de él que hablaba siete idiomas. Fue responsable de la correspondencia cifrada entre el rey español y el papado, incluida la referente a la batalla de Lepanto.
 
Los papas Pío V y Gregorio XIII le concedieron numerosas gracias y privilegios, tanto a él como a la iglesia parroquial de Deba y a su propia casa, destinada al parecer a convertirse en convento de monjas donde pensaban ingresar sus propias hijas. No se sabe si efectivamente su casa, "Deva-echea", pasó a convertirse en convento. Lo que si sabemos es que sus hijas ingresaron en la orden de las madres Brígidas tomando los nombres de Mencia de Jesús María y de Engracia de Christo y que fueron cofundadoras, junto a Doña Marína Escobar, del convento de Brígidas de Valladolid, así como otro convento de la misma orden en Vitoria.
 
Las gracias para con Don Juan de Andonaegui no solo llegaron de los papas, ya que Felipe II,  le otorgó una pensión vitalicia de mil ducados anuales.
Cuentan de él, que debido al intensisimo esfuerzo al que sometió a sus ojos por
motivo de su profesión, fue perdiendo visión hasta el punto de quedarse practicamente ciego. Y efectivamente parece ser cierto, pues en dos cartas suyas fechadas en Madrid en julio y noviembre de 1584 y dirigidas a su colega Cristobal de Salazar, secretario de la embajada española en Venecia, Andonaegui le agradece el envío de unos anteojos para su gran miopía, encargándole le haga llegar seis pares más.