viernes, 5 de diciembre de 2025

 

IMAGENES DE NUESTRA HISTORIA

AL PIE DEL ANTIGUO ESPIGÓN DE LA RÍA DE DEBA



El pasado mes de agosto recibí una llamada de Patxi Izaguirre Boneta. Me informaba que tenía unas interesantes fotos antiguas relacionadas con Deba y como dentro de un cajón no hacían nada me las donaba para que las fuese publicando en la revista DEBA o en cualquier medio relacionado con la historia y la cultura en general. Como tenía que venir a Deba con motivo de una reunión de antiguos amigos, me dijo que me las traía, y así fue.
Al verlas, le comenté que me gustaría estudiarlas con detenimiento pues una foto por bella que sea a veces dice poco si no se interpreta el contexto: fecha, lugar, personajes, vestimentas, pequeños detalles... etc.

Le prometí que tras el estudio pertinente las publicaría para que la historia de cada una de las fotos quedase inmortalizada. 

Las tres fotografías que hoy publico muy probablemente fueron realizadas hacia 1915; las dos primeras al pie del tambor del espigón durante la bajamar, en la margen derecha, entre la ría y la playa de Deba; la tercera en la misma playa, junto al espigón. La obra del espigón al que me estoy refiriendo finalizó en 1860. Aún no se había realizado la escollera en la que más de setenta años después quedaría embutido el tambor del viejo espigón.

Las imágenes nos muestran a los niños de la familia donostiarra Izaguirre-Epalza: Isabel (la niña pequeña), Juan y Ricardo (ambos con traje de marinerito), así como a una jovencita cuya identidad desconocemos; es posible que perteneciese a la familia Del Valle Lersundi con quienes al parecer estaban emparentados los Izaguirre. En las fotografías no aparece Antxon Izagirre Epalza, hermano de los niños, pues aún no había nacido (padre de Patxi Izaguirre Boneta, donante de las fotos).

En la primera imagen vemos a una señora con parasol, probablemente el aña de las criaturas. Todos van elegantemente vestidos lo que ya nos está diciendo que pertenecían a una familia acomodada. Todos, menos la niña más pequeña lucen amplios sombreros de paja; eran otros tiempos en los que el bronceado no estaba de moda; era cosa de pobres. El mayor de los niños porta una cartera, posiblemente la funda de la cámara fotográfica de fuelle del autor de la instantánea, seguramente el padre. El más pequeño realiza una voltereta con toda la gracia y naturalidad de un niño.


En la segunda de las fotografías aparecen solo los niños sin la persona adulta que les acompaña en la primera fotografía. Está realizada más cerca y se aprecian mejor los detalles de sus vestimentas y sombreros; la jovencita luce una hermosa pamela. Todos ellos están apoyados en la base del tambor del espigón, construido con grandes piedras de sillería. Podemos apreciar que el fondo de la ría, en ese momento en bajamar, es de arena como en la playa donde prácticamente se encuentran.
  
En la tercera de las imágenes vemos a los mismos niños que tras posar al pie del espigón han pasado a la playa y construido un barquito de arena en el que imaginariamente navegan. Al fondo se aprecian la pared lateral del frontón (1897), la casa de Amillaga y la antigua casa de baños de la familia Salegui. La pamela de la jovencita nos impide ver si ya existía el "chalé del Notario". De no ser así, las fotografías de los niños Izaguirre-Epalza serían anteriores a 1913, año en el que fue construido el citado chalé. 








Estas fotografías de 1929, fueron realizadas durante la pleamar desde el dique izquierdo de la ría, en la parte de Mutriku. Ambas nos muestran el antiguo espigón que separaba la playa de la ría antes de que se construyese la escollera (las obras de aquella primera escollera, inicialmente con una longitud de 100 metros, se aprobarían en 1929. Posteriormente se realizarían varias ampliaciones más). En el tambor se adivina la baliza luminosa que marcaba la entrada al puerto de Deba. Como puede apreciarse, para acceder al tambor había una escalera de cuatro peldaños pues este se encontraba a mayor altura que el resto del espigón.


Como complemento al texto que ilustra estas fotografías, decir que aún hoy se puede contemplar una parte del antiguo tambor del espigón al que nos referimos. Quien desee hacerlo solo tiene que bajar por las escaleras existentes unos metros antes del comienzo de la escollera. Las siguientes fotografías dan una pista sobre su ubicación.

    Remate final del tambor donde se aprecia la forma redondeada del mismo.


Detalle donde se aprecia el nivel más alto del tambor respecto al resto del espigón.

En esta última fotografía se puede apreciar el buen trabajo realizado en la construcción del tambor así como la gran calidad de los sillares.

Y para terminar, tan solo decir que gracias a las bellísimas fotografías de la familia Izaguirre-Epalza, más de un debarra y no debarra se habrá enterado de la existencia de nuestro antiguo espigón. Con ello queda demostrado que también la fotografía es un buen medio para conocer o recordar nuestra historia.



 

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